Si has llegado hasta aquí, puede ser por curiosidad o porque seguramente fuiste al dentista, y no precisamente dentro del periodo que se recomienda visitarlo.
Posiblemente seas de las personas que no recuerda los años, ni en aproximación de la última visita al dentista, pero el motivo de la última vez seguramente sí que lo recuerdas; si no me equivoco alguna pieza dental rebelde y guerrillera, y si tiro más de mis dotes de adivinación, fijo fue una muela.
Pero la vez de aquel suceso rebelde, seguramente el odontólogo le dijo: Mire, usted tiene mucha placa cepíllese después de cada comida, sobre todo después de las más importante del día como mínimo. Y no es que usted a la comida no le dé importancia, a usted simplemente le da pereza. Y si le sumamos a que el ser humano es rebelde por naturaleza, nos encanta ir en contra de las reglas, consejos y recomendaciones; hasta que el dentista te dice: tiene encías inflamadas, rojas (o moradas), sangrantes, y mal aliento, en definitiva usted tiene Gingivitis.
Traduciendo al dentista: Ponte serio que ya eres mayorcito y puedes perder los dientes y no son cosas de tu avanzada edad, sino del avance de tu placa bacteriana.
La mayoría de los adultos tienen de manera temprana signos de enfermedad periodontal, siendo la Gingivitis el primer síntoma. Y esta enfermedad de las encías, es una de las causas principales de la pérdida de piezas dentales en los adultos, después de haber estado cierto tiempo con sangrado de encías e inflamación.
Pero no te desesperes, no tienes que ir pidiendo cita al protésico dental. Puede que no sea necesario, todo depende ti, despójate del después y de tu yo rebelde, y empieza a salvar tus dientes con los siguientes remedios y recomendaciones.
Remedios caseros para la Gingivitis:
Agua tibia con sal: La sal es un efectivo desinflamatorio y cicatrizante, lo que hacer enjuagues de 1 minuto con esta mezcla por lo menos 2 veces al día, ayudará a parar el sangrado, aliviar el dolor causado por la inflamación y a crear unas condiciones insoportables para las bacterias que se acumulan en la boca. y si sumerges el hilo dental en esta solución antes de pasarla por tus encías, antes veras resultados.
Bicarbonato de sodio: después de lavar bien tus dientes, aplica en las encías con tus dedos, la pasta resultante de un poco de agua con bicarbonato y cepilla bien por todos los rincones de tu boca.
éste neutralizará los ácidos y bacterias que queden en tu boca, además de desodorizar y blanquear tus dientes.
Aloe vera: Por su poder antibacteriano y regenerante, es muy recomendado masticar o cepillar tus dientes con la parte interior de esta planta. Recuerda enjuagar bien antes de usar el centro carnoso y cristalino de esta planta, para que te deshagas del líquido amarillento y amargo que se desprende al pelar la penca de aloe vera.
Miel: Una cucharadita de miel, ésta vez sin mezclar con agua, espárcela en toda la encía afectada y mantenla todo el tiempo que puedas en la boca, repite una vez al día después del cepillado.
Aceite del árbol del Té: Impregnar el hilo dental con este poderoso aceite y úsalo después del cepillado, para finalizar enjuaga la boca con agua las veces que sea necesario procurando no ingerir el aceite. Repite este proceso de 2 a 3 veces por semana.
Aceite de Coco: El aceite de coco contiene ácido láurico, que de por sí tiene agentes antimicrobianos y antiinflamatorios. Entre sus beneficios se encuentran: el blanqueamiento de los dientes, su eficaz control contra las bacterias en la boca que causan las caries y el mal aliento, trae beneficios a las encías y los dientes, ayuda a disminuir el acné, entre otros. Impregnar el hilo dental con este aceite y usarlo después del cepillado. El enjuague de la boca con él por 15-20 minutos (o lo que aguantes), luego escupe y si lo deseas repite el cepillado de tus dientes por última vez. Repite este proceso todos los días.
Realiza enjuagues en cualquier momento del día o después del cepillado o si comes fuera de casa y no tienes tus instrumentos de cepillado, pero puede que tengas a mano estos ingredientes:
Vinagre: Mezclado con agua a partes iguales.
Infusión de Jengibre.
Sal: Una cucharadita de sal en medio vaso de agua.
Agua oxigenada al 3%: 3 veces por semana, Mezcla agua oxigenada en la misma proporción de agua. teniendo cuidado de no ingerir.
O simplemente Agua lo importante es enjuagar e impedir la acumulación de bacterias alrededor de tus encías y lengua, recuerda que el sarro solo necesita 24 horas para solidificarse.
Recomendaciones para curar la gingivitis:
Consuma más alimentos con vitamina C, como el kiwi, fresas, espinacas, brócoli, etc...
Consuma también más vegetales crudos a diario: los vegetales duros y fibrosos, como por ejemplo lo es la zanahoria, le ayudarán a limpiar y a estimular la salud de sus dientes y las encías.
Deshazte de la idea de que 30 segundos son suficientes para lavar tu boca. Si quieres eliminar la gingivitis debes tomarte el tiempo que sea necesario para pasar la seda dental y cepillarse de manera correcta.
Adiós al tabaco: todos sabemos que el tabaco afecta a tu boca, mancha los dientes, da mal aliento, pues la encía también está en la boca, pues eso...!!.
La Lengua también hay que incluirla en el cepillado, en esta siempre alojan residuos diminutos con la misión de descomponerse y convertirse en placa bacteriana.
Síntomas que advierten que tu Gingivitis ha ido más allá:
Dientes más largos de lo habitual: esto es en consecuencia de la retracción de las encías.
Mal aliento.
Se forma pus entre los dientes y las encías.
Sus dientes están flojos o se caen.
Si continúa el sangrado, la rojez y la hinchazón o si presenta los síntomas anteriores, a pesar de tener una higiene adecuada, deberías visitar a tu médico.
¿Qué medidas de higiene bucal te han dado mejores resultados?
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